Tartiflette, patatas gratinadas con bacon a la francesa


Ingredientes:


(Para 2 personas).

  • 600 gr. de patatas.
  • 100 gr. de bacon ahumado en tiras.
  • 1/2 cebolla mediana.
  • 100 ml. de nata para cocinar Central Lechera Asturiana.
  • 50 ml. de vino blanco.
  • 1/2 cuña de queso brie.
  • Sal y pimienta.


Preparación:


Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de un grosor de un poco más de medio centímetro. Trasladamos las patatas cortadas en una cacerola y añadimos agua hasta cubrirlas. Ponemos la cacerola a calentar a fuego medio/alto y las hervimos hasta que estén tiernas. Lo comprobaremos pinchando la patata con la punta de un cuchillo.

Escurrimos las patatas, las colocamos en un cuenco amplio e incorporamos el vino blanco.


Agregamos las tiras de bacon a una sartén sin aceite que pondremos a calentar a fuego medio. Cocinaremos el bacon hasta que esté dorado. Mientras tanto cortamos la cebolla muy fina. Trasladamos el bacon al cuenco de las patatas, añadimos la cebolla a la sartén, salteamos unos 5 minutos y las incorporamos al cuenco también.

Precalentamos el horno a 180º C.

Vertemos la nata para cocinar en el cuenco y salpimentamos (pondremos poca sal porque el bacon ya es salado). Removemos con cuidado de no romper mucho las patatas y traspasamos la mezcla a un recipiente para horno o fuente. Cortamos el queso brie en finas lonchas, retirándoles la parte blanca, y vamos colocándolas encima de nuestra tartiflette.

Introducimos la fuente en el horno y horneamos hasta que el queso esté dorado. Esto puede tardar de unos 20 a 30 minutos, dependiendo de cada horno.



Notas / Variantes:


La tartiflette es un plato originario de Saboya (Francia), nacido en los años 80. Por lo general se prepara con queso reblochon, también procedente de la misma ciudad, aunque se puede sustituir por queso brie que es muy parecido y es también más fácil de conseguir en España.

No se recomienda usar leche evaporada para esta receta, ya que la textura final y el sabor no serán lo mismo.

Que no te quepa duda que una buena nata, es insustituible.

La nata es un producto lácteo de toda la vida obtenido de la leche, su textura es cremosa e inconfundible y su sabor suave, ideal para hacer salsas con cuerpo (como en este caso) o aligerar recetas espesas. La leche evaporada es un producto lácteo con algo menos de materia grasa que la nata, de textura más fluida y que carece del sabor lácteo tan propio de la nata. Por lo tanto, con tan poca diferencia en grasas, no merece la pena renunciar al los estupendos resultados que se obtienen con la nata.

Por otro lado, escoger los mejores ingredientes para elaborar una receta es importante, como la nata para cocinar de Central Lechera Asturiana. A mejor calidad de los ingredientes, mejores resultados y, lo más importante, es que estaremos cuidando de nuestra salud gracias a una buena alimentación con menos aditivos.

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