Ingredientes:
- 1 taza de harina de trigo.
- 1 taza de agua.
- 1 cucharada de aceite de oliva.
- 1 pizca de sal.
- Aceite para freír.
- Azúcar para poner por encima (opcional).
Preparación:
Ponemos a hervir en un cacerola el agua con una pizca de sal y una cucharada de aceite. Cuando empiece a hervir y agregamos toda la harina. Mezclamos con una cuchara y observaremos que rápidamente se formará una masa. En cuanto se empiece a despegar de las paredes de la cacerola, la pasamos a un recipiente hondo y dejamos que se temple un poco para no quemarnos al manipularla. No es aconsejable dejarla enfriar demasiado puesto que la masa se endurecerá y ya no estará tan manipulable, tiene que estar caliente pero sin quemar.
Cogemos una porción de masa con las manos y le vamos a dar la forma de churro. En primer lugar hacemos una bola con la ayuda de las palmas de las manos y de igual modo, seguimos rulando la masa entre las palmas hasta conseguir un churro alargado y uniforme. Con esta técnica manual, estaremos prensando la masa adecuadamente para que no nos quede aire en el interior. Finalmente unimos las puntas haciendo presión con los dedos para hacer la forma de lazo. Repetimos lo mismo con cada porción de masa que vayamos cogiendo hasta tener formados todos los churros. Podemos dejarlos sin unir, es decir, con la forma recta y alargada, aunque yo prefiero unirlos porque así es más sencillo darles la vuelta al freírlos.
Calentamos abundante aceite en una sartén. Cuando esté bien caliente, vamos incorporando los churros para freírlos. Conforme los vayamos sacando, los vamos colocando sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
Por último, los espolvoreamos con azúcar por encima (si nos gusta). Nuestros churros ya están listos para disfrutarlos con un rico chocolate caliente o un café.
¿Por qué explotan los churros al freírlos?
Pues aquí os voy a revelar este gran misterio. En la mayoría de casos, los churros explotan porque se forman burbujas de aire en un amasado incorrecto, que en contacto con el aceite caliente reaccionan y estallan. El secreto para que nuestros churros no revienten al freírlos, es tan fácil como prensarlos bien mientras les damos la forma, ya sea con la ayuda de algún aparato o con nuestras manos, tal y como hacemos en esta receta.
Notas / Variantes:
Como podéis comprobar, no es necesario disponer de una manga pastelera, churrera o de ningún otro elemento para hacer unos churros en casa y os que quedan igual de ricos y crujientes. De todos modos, esta receta también la podemos hacer con una manga pastelera, si ya disponemos de una, de la siguiente manera:
Introducimos la masa templada en una manga pastelera con boquilla rizada o churrera. Forramos una bandeja con papel vegetal y con la ayuda de una manga vamos formando los churros sobre el papel. Seguidamente los vamos friendo siguiendo las mismas instrucciones que indica la receta.
3 comentarios
comentariosMuy práctico esta receta y si no tienes algunos accesorios puedes sustituirlos. -Gustavo Woltmann.
ResponderExacto, simplemente usando las manos puedes hacer unos ricos churros. Gracias, un saludo!
ResponderMe han salido muy ricos.
ResponderY sin explotar.